Es un problema psicológico poco conocido y poco tratado. Gracias a varios estudios se ha podido comprobar que es más frecuente en las mujeres y además, se ha podido evidenciar en casos de violencia doméstica y también en experiencias clínicas con parejas desequilibradas y patológicas, en las que uno domina y menosprecia al otro.
No ha sido catalogada como un trastorno de personalidad o un trastorno mental y, por tanto, no ha sido recogida en las clasificaciones de trastornos mentales y del comportamiento: DSM-V o la CIE-10.
Posee escasas referencias en libros especializados, congresos y revistas. La literatura de autoayuda es la que más se ha ocupado de este fenómeno.
La dependencia interpersonal es la necesidad de una persona hacia otra u otras, motivada por diferentes motivos o intereses.
Hay dos tipos de dependencia interpersonal: la instrumental y la emocional.
La dependencia instrumental o de tipo utilitarista consiste en necesitar al otro por puro interés. Se fundamenta en no despegarse de la otra persona en tanto, es imprescindible para la cotidianidad o para la supervivencia. Se caracteriza por falta de autonomía en la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, sensación de indefensión y por una escasa capacidad para tomar decisiones, asumir responsabilidades y desenvolverse con eficacia. Está definida en las clasificaciones de trastornos mentales y del comportamiento como: trastorno de la personalidad por dependencia.
Hay dos tipos de dependencia interpersonal: la instrumental y la emocional.
La dependencia instrumental o de tipo utilitarista consiste en necesitar al otro por puro interés. Se fundamenta en no despegarse de la otra persona en tanto, es imprescindible para la cotidianidad o para la supervivencia. Se caracteriza por falta de autonomía en la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, sensación de indefensión y por una escasa capacidad para tomar decisiones, asumir responsabilidades y desenvolverse con eficacia. Está definida en las clasificaciones de trastornos mentales y del comportamiento como: trastorno de la personalidad por dependencia.
La dependencia emocional es la
necesidad extrema de carácter puramente afectivo que una persona
siente hacia su pareja. Se presentan comportamientos de sumisión,
coexistencia de trastornos ansiosos y depresivos, autoestima muy baja, pensamientos obsesivos en
torno a la pareja (demasiado pendientes de su pareja) y sentimientos intensos
de miedo al abandono (intolerancia a la soledad). Su pareja se convierte en el centro de atención y de la existencia, en la persona alrededor de la cual gira todo, lo que hace que las demás cosas pasen a un segundo plano
o simplemente, se olviden. Esta persona hace lo que sea con tal de no perder la
relación y de estar a toda costa con su pareja (a la que idealiza y sin la cual, no se considera nada) sin importar lo catastrófica que pudo haber sido y sin tener en cuenta los menosprecios y humillaciones que se pudieron haber presentado. Si no lo consiguen, rápidamente tratarán de buscar a otra persona que logre cubrir esa necesidad extrema de estar acompañado y que además, cumpla con una serie de características propias: soberbia, egocentrismo, narcisismo, personalidad dominante, gusto por rodearse de personas que les halaguen e idealicen; evitan las relaciones muy estrechas y de gran confianza (evitan la intimidad), poseen fuerte autoestima y son poco correspondientes afectivamente. Por ello, el dependiente emocional usa el sometimiento para contentar a su pareja, la cual estará dichosa de tenerlo a su total disposición. Dichas características agudizan lo enfermizo de estas relaciones de pareja.
En sí, los
dependientes emocionales no encuentran atractivas a las personas normales que
les podrían suministrar el cariño que tanto necesitan y con quienes podrían
tener relaciones mucho más satisfactorias.
Por tanto, en este
tipo de relación se presenta un notable desequilibrio donde los dos componentes
son totalmente distintos: dominante- sumiso. Dicho desequilibrio es el causante
del deterioro progresivo de la relación.
La dependencia emocional no se considera un diagnóstico clínico; es un rasgo o una característica dentro de un diagnóstico más amplio. Se ha estudiado indirectamente o como síntoma de otros trastornos:
-Trastorno de personalidad evitativo: Se encuentran siempre pendientes de cualquier posibilidad de abandono pues temen que los dejen.
-Trastorno de personalidad histriónico: No desarrollan su propia identidad por lo que buscan constantemente la aprobación de los demás. Sufren gran sentimiento de vacío y desesperación en las rupturas.
-Personalidad depresiva: Persona depresiva con rasgos dependientes; para evitar que lo dejen admite sus debilidades y se vuelve tolerable a cualquier situación.
La dependencia emocional no se considera un diagnóstico clínico; es un rasgo o una característica dentro de un diagnóstico más amplio. Se ha estudiado indirectamente o como síntoma de otros trastornos:
-Trastorno de personalidad evitativo: Se encuentran siempre pendientes de cualquier posibilidad de abandono pues temen que los dejen.
-Trastorno de personalidad histriónico: No desarrollan su propia identidad por lo que buscan constantemente la aprobación de los demás. Sufren gran sentimiento de vacío y desesperación en las rupturas.
-Personalidad depresiva: Persona depresiva con rasgos dependientes; para evitar que lo dejen admite sus debilidades y se vuelve tolerable a cualquier situación.
En 1977, Hirschfeld creó una
escala de 48 ítems o puntos, relacionada con la dependencia interpersonal y sus dos
subdivisiones. De esta manera se creó un instrumento que permite diferenciar la
dependencia emocional de la instrumental (IDI: Inventario de Dependencia
Interpersonal).
Algunos
términos afines
CODEPENDENCIA= El fin del individuo
codependiente, quien suele tener baja autoestima, es desempeñar hasta el
extremo, aunque no se les haya pedido, el rol de cuidador y controlador de una
persona necesitada, conflictiva, irresponsable o perturbada, (persona con
problemas); tienen necesidad de controlar el comportamiento adictivo de sus
parejas por lo que se involucran en exceso en su vida caótica, presentan más
interés que el adicto en resolver su problema, sitúan el problema de su pareja
como el centro de su existencia perdiendo de vista sus propias necesidades e
intereses; creen que con sus cuidados y con su amor lo podrán solucionar todo.
Si algo no sale bien, se echan la culpa por ello. Se caracteriza también por
tener depresión, ansiedad, hipervigilancia y por desarrollar una
hipertolerancia a situaciones abusivas evitando a toda costa la terminación de
dicha relación. Tienen la sensación de no ser suficientes y no pueden decir que
NO aunque lo deseen porque temen no ser queridos y porque no soportan
decepcionar o desilusionar a otros. Pueden
ser víctimas recurrentes de abuso físico o sexual y/o presentar enfermedades
médicas relacionadas con el estrés.
Tienen relaciones de pareja
abusivas y baja autoconfianza. Sólo consideran
interesantes aquellas personas con problemas principalmente con adicciones
(incluyendo el alcoholismo o el consumo de drogas).
Encubren o minimizan los
comportamientos negativos de sus parejas, mintiéndose a sí mismos y a los demás
sobre la realidad de la situación.
Si la pareja adicta del
codependiente logra superar su hábito, esta deja de ser interesante para él y
por tanto, buscará a otra persona a la cual pueda ayudar.
BIDEPENDENCIA= Es una doble dependencia,
tanto a las sustancias como a las personas. El bidependiente se convierte en un
ser pasivo y falto de autonomía, excepto al mantener su adicción.
APEGO ANSIOSO=
APEGO ANSIOSO=
El apego es un conjunto de conductas instintivas en el niño que tienden a la búsqueda de
proximidad (física) con las figuras adultas más conocidas para ellos que
generalmente son los padres (figuras de apego) y a la restauración de dicha
cercanía en caso de perderla. Están más cómodos con su presencia y evitan
distanciarse físicamente de ellos.
La finalidad evolutiva del
apego es la obtención de seguridad por parte del niño quien necesita de los adultos para su cuidado y desarrollo. Para el adulto las
conductas de apego tienen como finalidad la pertenencia del sujeto a un grupo
social que le asegurará mayor protección, un cubrimiento de sus necesidades,
entre otras cosas.
Cada niño y cada adulto tiene
su propia evolución en cuanto al desarrollo y a las consecuencias de sus
apegos. Hay niños que han encontrado respuestas positivas a sus demandas de
apego, es decir, tienen adultos atentos, preocupados por su bienestar, que
responden a sus llamadas, pero, por otra parte, hay otros con frustración por
no contar con la misma suerte que los anteriores: han sido abandonados
frecuentemente, no cuentan con adultos que estén atentos a sus demandas o
también, han sido objeto de amenazas recurrentes de abandono.
Teniendo en cuenta esto, en
cada persona se dará un diferente estilo de apego:
- Apego seguro: El
niño ha tenido la oportunidad de contar con adultos atentos. Así, interioriza
relaciones interpersonales sanas.
- Apego evitativo: El
niño es indiferente hacia los demás= Reorientación hacia sí mismo.
- Apego ansioso: No hay una seguridad en el comportamiento de las figuras
adultas lo que ocasiona constante preocupación por la disponibilidad de las
mismas. Existe temor a la pérdida de la figura vinculada, búsqueda de
proximidad y protesta por la separación. Se divide en: apego preocupado y
apego temeroso o desorganizado.
El que
predomina en las personas que padecen dependencia emocional es el apego ansioso
de tipo preocupado que se caracteriza por tener una imagen negativa de sí mismo
y una imagen positiva de los demás. También existe una ansiedad de separación
que trae consigo temor intenso al abandono, intolerancia a la soledad, exceso
aferramiento hacia los otros para evitar la temida separación.
Posibles
causas
1.
Carencias afectivas y relaciones
insatisfactorias en fases tempranas de la vida: Los primeros
años de la vida tienen un papel crucial en el desarrollo posterior. En esta
etapa se configura nuestra
personalidad.
En el
caso de los dependientes emocionales, sus experiencias interpersonales
configuradoras de aspectos básicos de su personalidad como los esquemas de sí
mismos y las pautas de interacción con los demás han sido pobres afectivamente
e insatisfactorias, mezcladas en ocasiones con falta de cuidados y afecto,
descuidos, malos tratos tanto a nivel físico como psíquico, etc. De esta forma,
estos niños desde muy pronto se empeñan en buscar el afecto no encontrado, la
atención y el cariño que tanto les costó recibir. Se empiezan a minusvalorar, se
acostumbran a no tenerse en cuenta a sí mismos si no a lo que hacen los demás lo
que finalmente termina en una falta grave de autoestima.
No le
extrañará que le falten el respeto, lo humillen o
incluso, lo golpeen. Desarrollará un esquema basado en que vale
poco y por ello, no merece atención ni cariño.
También hay dependientes emocionales que han sufrido abusos
sexuales en edades muy tempranas.
La
gravedad de la dependencia emocional guardará relación con la magnitud de
dichas carencias.
2.
Factores biológicos: Dentro
de los factores biológicos habría que incluir la pertenencia a un sexo o a otro
puesto que el hombre tiene una mayor facilidad para efectuar una desvinculación
afectiva mientras que la mujer, por su naturaleza, tiene mayores problemas con
esto. Por tanto, la mujer mantendrá su vinculación afectiva con mayor
frecuencia que el varón, a pesar de estar padeciendo carencias afectivas.
También
se incluyen: Temperamento, dotación genética, trastornos del estado de ánimo y
antecedentes familiares como el alcoholismo.
3.
Factores socioculturales: La
mayoría de las culturas, entre ellas la occidental, favorece la tendencia a la
vinculación afectiva en la mujer mientras que facilita la desvinculación
afectiva en los varones ya que remarcan diferencias entre ellos.
En
nuestra cultura occidental al hombre se le asigna un rol más individualista,
más agresivo y competitivo, con un desarraigo afectivo y a la mujer se le
otorga un papel más comprensivo, más afectuoso, con mayor tendencia a la
empatía y al cuidado. Además, existe el prejuicio de que, si una mujer está interesada en un hombre, debe cazarlo
y que éste, está interesado principalmente en el sexo y no le gusta el
compromiso.
Tratamiento: Psicoterapia cognitiva-conductual
Primero, se debe identificar qué tipo de trastorno posee la persona.
Para el tratamiento, el terapeuta debe tener una formación y una experiencia adecuadas, debe existir un esfuerzo no sólo del terapeuta si no también del propio paciente (colaboración activa y permanente) y también, debe existir un acompañamiento al dependiente emocional, tanto a la hora de una ruptura como después de ella porque, de lo contrario, las próximas relaciones que tenga seguirán el mismo patrón.
Mapa conceptual.
BIBLIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA:
Para el tratamiento, el terapeuta debe tener una formación y una experiencia adecuadas, debe existir un esfuerzo no sólo del terapeuta si no también del propio paciente (colaboración activa y permanente) y también, debe existir un acompañamiento al dependiente emocional, tanto a la hora de una ruptura como después de ella porque, de lo contrario, las próximas relaciones que tenga seguirán el mismo patrón.
Mapa conceptual.
BIBLIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA:
vLibro:
Dependencia
emocional, Características y tratamiento de Jorge Castelló Blanco
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