CONCEPTOS CLAVE: Salud mental, problema mental, trastorno mental

1. Salud mental:

Es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea. Incluye el bienestar emocional, psíquico y social y además, influye en la manera como piensa, actúa, siente y reacciona una persona ante las diversas situaciones de la vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental no sólo como ausencia de trastornos mentales. La define como el estado de bienestar en el que el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y satisfactoria y es capaz de contribuir a su comunidad.
La salud en general no existe sin la salud mental, pues esta última es primordial para el desenvolvimiento humano, social y económico de las naciones y es esencial para áreas de políticas públicas como asistencia social, derechos humanos, educación y empleo.
La forma como nos comportamos y nos relacionamos con nuestro entorno y con los demás depende de las percepciones, pensamientos, emociones y creencias que se originan a partir de factores genéticos, congénitos, biológicos, culturales, sociales y de la historia particular de cada persona y de su familia.

¿Qué puede afectar la salud mental?

Algunos de los factores que pueden afectar la salud mental son los siguientes:
  • Experiencias personales desafortunadas (familiares, escolares, laborales)
  • Inseguridad
  • Desesperanza
  • Rápidos cambios sociales
  • Riesgos de violencia
  • Problemas que afecten la salud física
Para mantener una buena salud mental se deben tener hábitos alimenticios saludables, realizar ejercicio con regularidad, conservar buenas relaciones interpersonales, evitar el tabaco y el consumo de alcohol, dormir como mínimo 8 horas diarias, mantener el hábito de la lectura, entre otras cosas.
El hecho de tener una buena salud mental nos permite gozar de buena salud en general, rápida recuperación de enfermedades físicas, relaciones de calidad con el entorno, estado de bienestar constante, perspectiva hacia un futuro prometedor y finalmente, una mejor calidad de vida.
El enfoque psicosocial y de salud mental en la atención a víctimas busca promover la garantía de los derechos fundamentales mediante acciones de promoción y prevención a aquellos individuos y poblaciones con riesgo específico como lo son las víctimas del conflicto armado.

2. Problema mental:



Se refiere a alteraciones en el funcionamiento mental del individuo que se presentan durante la vida cotidiana y que no tienen consecuencias significativas para la adaptación ocupacional, familiar, de pareja o social del individuo.
Un problema de salud mental también afecta la forma cómo una persona piensa, se siente, se comporta y se relaciona con los demás pero de manera menos severa que un trastorno mental. Como tal un problema de salud mental es más común que un trastorno mental y además, no es tan persistente en el tiempo.
En algún momento de nuestra vida experimentamos por ejemplo sentimientos de tristeza, ansiedad, insomnio, que pueden generarnos malestar y algunos inconvenientes pero que no llegan a provocar un deterioro significativo en nuestra vida social, laboral o en otras áreas importantes de la vida cotidiana.
Sus manifestaciones no son suficientes para ser incluido dentro de un trastorno específico según los criterios de las clasificaciones internacionales de trastornos mentales.

3. Trastorno mental:



Alteraciones mentales que afectan al individuo en aspectos como su desempeño en el trabajo, estudios, actividades de la vida diaria y relaciones interpersonales. Es decir, dichas alteraciones interfieren en la funcionalidad y adaptación social, familiar, ocupacional y/o de pareja del individuo.
Mundialmente, existen dos clasificaciones de trastornos y problemas mentales (CIE-10 Y DSM-5), las cuales orientan a los especialistas en la identificación de cuadros clínicos y definición de diagnósticos.
Los trastornos más comunes en el mundo son: depresión unipolar, trastorno bipolar, esquizofrenia, epilepsia, consumo problemático de alcohol y de otras sustancias psicoactivas, trastornos por estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de pánico e insomnio primario.

Cabe resaltar que cualquier persona puede presentar un problema o un trastorno mental en algún momento de su vida; esto depende de la forma como interactúen sus factores genéticos, congénitos, biológicos, psicológicos, familiares, sociales y los acontecimientos de su historia de vida.
Adicionalmente, es importante saber que todo trastorno mental o todo problema mental puede curarse, rehabilitarse o controlarse con un tratamiento adecuado; en muchas ocasiones se combina el tratamiento farmacológico con medidas de rehabilitación socio-laboral, psicoterapias y apoyo familiar.
Con la detección temprana y la atención oportuna, la mayoría de personas con un trastorno mental se recuperan rápidamente y ni siquiera necesita de cuidado hospitalario. Otras necesitan estadías cortas en hospital para recibir su tratamiento y, muy pocas personas con enfermedades mentales necesita de un cuidado hospitalario prolongado.


BIBLIOGRAFÍA Y CIBERGRAFÍA:



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